El pasado domingo 9 de febrero, Donald Trump volvió a hacer unas polémicas declaraciones sobre la Franja de Gaza. Esta vez, el presidente estadounidense expresó su deseo de «comprar y poseer» el territorio palestino. El republicano también se refirió a Gaza como «un gran pedazo de bienes raíces».
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En una entrevista con los periodistas que le acompañaban en un viaje en el avión presidencial, Trump dijo que parte del territorio de Gaza podría repartirse entre algunos países de Oriente Próximo: “Me comprometo a comprar y poseer Gaza y puedo dar partes de ella a otros países de Oriente Próximo para que la reconstruyan”, dijo de entrada.
Trump dijo entonces que el plan es que Estados Unidos se convierta en el propietario de la Franja de Gaza para llevar el desarrollo al lugar: “Piensen en ello como una gran propiedad. EE.UU. será su propietario y poco a poco la iremos desarrollando”, dijo. “Aportaremos estabilidad a Oriente Medio en una zona totalmente devastada por la guerra. Será recuperada y otros países ricos de Oriente Medio construirán lugares hermosos para que la gente, para que los palestinos vivan en armonía y en paz, probablemente por primera vez en cientos de años”, añadió.
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Más tarde, Trump habló de transformar el territorio palestino para evitar que Hamás recupere el control: “Creo que es un gran error permitir que la gente, los palestinos o las personas que viven en Gaza vuelvan de nuevo. No queremos que vuelva Hamás”, concluyó.