Las fricciones entre Irán y Estados Unidos escalaron dramáticamente este domingo 22 de junio. El vicepresidente estadounidense J.D. Vance utilizó términos contundentes para describir la potencial decisión iraní de cerrar el Estreito de Ormuz. Además, catalogó esta medida como completamente “suicida” para los intereses del régimen de Teherán. La agencia rusa Sputnik difundió estas declaraciones oficiales.
El Parlamento Iraní respaldó una iniciativa que contempla el cierre del estratégico paso marítimo. La medida surge como respuesta directa a las presiones externas que enfrenta el país. Un integrante de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior anunció oficialmente esta decisión parlamentaria. Washington reaccionó inmediatamente ante esta amenaza.
Declaraciones contundentes del funcionario estadounidense
“Su economía completa depende del Estrecho de Ormuz. Si buscan arruinar su propia economía mientras generan caos mundial, esa sería su elección. Sin embargo, ¿Qué sentido tendría esta decisión? No encuentro lógica alguna”, expresó Vance durante sus declaraciones públicas. El funcionario estadounidense subrayó la contradicción evidente entre las amenazas iraníes y sus propios intereses económicos fundamentales.
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El Estrecho de Ormuz constituye una de las rutas marítimas más cruciales del planeta. Aproximadamente la quinta parte del petróleo mundial atraviesa sus 33 kilómetros de anchura diariamente. Por tanto, cualquier intento de obstrucción representaría un riesgo inmediato para la estabilidad de los mercados energéticos internacionales.
