Un juez californiano ha concedido este martes 14 de mayo a los hermanos Menéndez —sentenciados por el homicidio de sus progenitores en 1989— la posibilidad de solicitar libertad condicional.
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La determinación trascendental del magistrado Michael Jesic modifica sus condenas de cadena perpetua a un periodo entre 50 años y prisión vitalicia, lo que les permite acceder a evaluación por un comité de libertad condicional ya el próximo 14 de junio.
Erik y Lyle Menéndez permanecen encarcelados desde hace 35 años. Aunque fueron condenados en 1996, el caso ha vuelto a captar la atención pública recientemente gracias a un documental y una película de Netflix estrenados en 2024.
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Durante la vista judicial, varios familiares expresaron su respaldo a la liberación de los hermanos. “Consideramos que 35 años son suficientes“, manifestó Anamaria Baralt, prima de los acusados, ante el tribunal. “Nuestra familia los ha perdonado completamente. Merecen una nueva oportunidad”.
Al momento del crimen, Lyle contaba con 21 años mientras Erik tenía 18. La fiscalía argumentó que asesinaron a sus padres mediante disparos para heredar un patrimonio valorado en 14 millones de dólares. Por su parte, la defensa sostuvo que los hermanos sufrían abuso sexual continuo por parte del padre, con conocimiento de la madre, y actuaron desesperadamente, creyendo defenderse.
La resolución del juez Jesic llega después de meses de esfuerzos del actual fiscal de distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, para impedir la celebración de la audiencia. Según él, los hermanos continúan falseando los verdaderos motivos del crimen ocurrido en la residencia familiar de Beverly Hills.
Ahora corresponderá al consejo de libertad condicional determinar si los hermanos Menéndez, quienes han pasado más de tres décadas en prisión, pueden o no reintegrarse a la vida en libertad.
