Putin insiste en sus demandas territoriales sobre Ucrania durante la reunión anual del Ministerio de Defensa ruso. (Foto: Instagram)
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reafirmó este miércoles (17 de diciembre) que no renunciará a las exigencias territoriales sobre Ucrania, a pesar de la creciente presión internacional liderada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para alcanzar un acuerdo de paz. En un discurso pronunciado durante la reunión anual del Ministerio de Defensa ruso, Putin declaró que Moscú continuará buscando una solución diplomática, pero advirtió que no dudará en recurrir a la fuerza militar si Kiev y sus aliados occidentales no aceptan las condiciones impuestas por el Kremlin.
El principal punto de fricción sigue siendo la exigencia rusa de que Ucrania ceda territorios actualmente ocupados por tropas rusas, en especial en la región del Donbás y otras zonas del este del país. Putin justificó su postura alegando que se trata de “territorios históricos” de Rusia y afirmó que, si la vía diplomática fracasa, se emplearán medios militares para “liberar” dichas áreas.
Mientras tanto, los esfuerzos diplomáticos entre Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania continúan, con señales de cierto optimismo por parte de Washington, que asegura que hasta el 90% de los puntos del posible acuerdo ya han sido discutidos. Sin embargo, persisten profundas diferencias sobre la línea de frente y las garantías de seguridad que recibiría Ucrania. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha insistido en que no reconocerá como rusas las zonas ocupadas y ha advertido sobre los peligros de permitir que Rusia justifique futuras invasiones con argumentos históricos.
En los últimos días, las fuerzas rusas han avanzado en el este de Ucrania, tomando el control de Pokrovsk y Vovchansk, lo que complica aún más las negociaciones. Zelensky incluso ha renunciado a la aspiración de ingresar en la OTAN, a cambio de garantías de seguridad por parte de Occidente, en un intento de facilitar un posible alto el fuego.
La situación sigue siendo extremadamente tensa, con una diplomacia estancada y una amenaza militar latente por parte de Moscú, mientras Trump mantiene su presión para alcanzar una resolución negociada del conflicto.
