A los 20 años, la estadounidense Brescia Dover fue diagnosticada con linfoma de Hodgkin tras detectar un bulto en el cuello durante un examen de rutina, poco después de regresar de un intercambio en Italia. El impacto del diagnóstico fue devastador, pero encontró esperanza en su hematóloga, la Dra. Allison Rosenthal, quien también había sobrevivido a un cáncer a los 24 años.
Brescia inició su tratamiento en la Clínica Mayo, en Arizona, donde se sometió a seis rondas de quimioterapia a partir de febrero de 2019. A pesar de los efectos secundarios, como la caída del cabello y el agotamiento extremo, contó con el apoyo emocional de su médica, a quien consideró una “superheroína”. La experiencia compartida entre ambas fue clave para mantener la motivación durante el proceso.
Seis años después de vencer la enfermedad, Brescia dirige una agencia de marketing y ha lanzado un pódcast enfocado en salud mental y superación personal. En uno de los episodios, entrevistó a la Dra. Rosenthal, quien destacó la importancia de la empatía en el tratamiento oncológico: “Poder decir a los pacientes ‘yo entiendo, ya estuve en esa silla’ marca la diferencia”.
Como símbolo de su fortaleza, Brescia se tatuó la palabra “grit” (coraje) en la muñeca. Aunque continúa con tratamientos para secuelas físicas, como intervenciones quirúrgicas en la cadera, afirma que ha encontrado un nuevo sentido en su vida. “Transformar el dolor en propósito es lo que nos mantiene vivos. Estoy feliz, creciendo y avanzando”, concluyó.


