Kristen, una mujer canadiense de 34 años, vivió una tragedia pocas horas antes de celebrar su boda. Mientras conducía por una carretera oscura en Vancouver tras probarse por última vez el vestido de novia, fue víctima de un grave accidente de tráfico. Un coche fuera de control impactó su vehículo, provocándole lesiones cerebrales severas, incluyendo una conmoción, atrofia cerebral y un accidente cerebrovascular (ACV).
A pesar de los síntomas evidentes de desorientación y pérdida de memoria, los médicos inicialmente no detectaron la gravedad de su estado. Kristen no recordaba haber golpeado la cabeza, por lo que no se le realizaron pruebas neurológicas. Al día siguiente, sin saber que sufría una lesión cerebral, asistió a su despedida de soltera y, posteriormente, se casó como estaba planeado. La pareja había invertido unos 50.000 dólares (aproximadamente 46.000 euros) y no contaban con seguro de cancelación.
Durante el día de la boda, Kristen se sentía confundida y desorientada. Las damas de honor se encargaron de los preparativos mientras ella se vestía sola, sin comprender completamente lo que ocurría. Actualmente, no conserva recuerdos del evento y ha recurrido a los vídeos grabados para intentar revivir ese momento tan especial.
Meses después del accidente, nuevos exámenes revelaron que también había sufrido un ACV. Las secuelas incluyen pérdida de fuerza en el lado izquierdo del cuerpo, dificultades en el habla y la imposibilidad de volver a cantar, actividad que antes formaba parte de su vida como cantante.
Hoy, Kristen utiliza las redes sociales como una forma de terapia y concienciación sobre los efectos de las lesiones cerebrales. A través de sus publicaciones, intenta reconstruir su historia y ayudar a otros que atraviesan situaciones similares. Su esposo, Troy, la apoya en todo momento y destaca su valentía y autenticidad en este proceso de recuperación.
