Zelenski renuncia a la OTAN para facilitar negociaciones de paz con Rusia (Foto: Instagram)
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, anunció oficialmente que su país renuncia a la adhesión a la OTAN, en un giro estratégico destinado a facilitar un posible alto el fuego con Rusia. A cambio, Kiev busca garantías de seguridad bilaterales, especialmente con Estados Unidos, que sean jurídicamente vinculantes y similares al Artículo 5º del tratado de la OTAN, que establece la defensa colectiva entre miembros.
Zelensky reconoció que ni Estados Unidos ni varios países europeos están dispuestos a aceptar a Ucrania en la alianza militar en el corto plazo, y que Rusia siempre se ha opuesto frontalmente a esta posibilidad. Por ello, considera que acuerdos de seguridad con potencias occidentales, como Canadá y Japón, podrían ofrecer una protección suficiente frente a una nueva invasión rusa.
Esta decisión, según expertos como Fernanda Brandão, no implica una renuncia total a los objetivos estratégicos de Ucrania, sino una adaptación táctica ante la disminución del apoyo incondicional por parte de Washington, especialmente bajo la creciente presión del presidente Donald Trump. La medida también busca responder a las preocupaciones de los aliados europeos, que temen un avance ruso en el continente si Kiev se debilita.
Zelensky insiste en que esta propuesta no incluye concesiones territoriales. Ucrania rechaza la retirada de sus tropas de las zonas del Donbass aún bajo su control y se niega a ceder territorios ocupados desde el inicio de la invasión rusa en 2022. La renuncia a la OTAN es vista como un gesto hacia Moscú, que exige la neutralidad permanente de Ucrania como condición para avanzar en las negociaciones de paz.
Mientras tanto, continúan los ataques en el terreno y las negociaciones diplomáticas. En Berlín, Ucrania, Estados Unidos y sus aliados europeos discuten un plan de 20 puntos que podría culminar en un cese de hostilidades a lo largo de las líneas actuales del frente. La Unión Europea, por su parte, ha aprobado la utilización de activos rusos congelados para financiar la reconstrucción ucraniana, a pesar de la oposición de algunos estados miembros.
