Un hombre rinde homenaje en un improvisado memorial junto a la playa de Bondi, tras el atentado terrorista durante el festival de Hanukkah en Sídney. (Foto: Instagram)
Un atentado terrorista sacudió la ciudad de Sídney, Australia, durante la celebración del festival judío de Hanukkah en la playa de Bondi, el pasado domingo 14 de diciembre. Dos hombres armados, identificados como Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed Akram, de 24 años, abrieron fuego contra los asistentes, causando la muerte de 16 personas y dejando 40 heridos, entre ellos varios agentes de policía.
Según confirmó el primer ministro australiano, Anthony Albanese, el ataque fue motivado por la ideología del Estado Islámico. Sajid, quien emigró a Australia en 1998, murió en el lugar del crimen, mientras que su hijo fue detenido y trasladado a un hospital con heridas graves. Naveed estaba siendo investigado desde 2019 por la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO) por presuntos vínculos con una célula del Estado Islámico, aunque hasta el momento no se habían confirmado pruebas concluyentes.
Uno de los momentos más impactantes del ataque fue captado en vídeo y compartido en redes sociales. En las imágenes se observa cómo un civil desarma a uno de los atacantes en plena playa. Este héroe improvisado, identificado como Ahmed al Ahmed, un vendedor de frutas musulmán de 43 años, logró arrebatar el fusil al agresor y lo inmovilizó, evitando una posible masacre aún mayor. Durante su valiente intervención, Ahmed fue alcanzado por dos disparos y actualmente se encuentra hospitalizado en estado estable tras ser operado.
La valentía de Ahmed ha sido ampliamente reconocida en Australia, donde ha sido aclamado como un héroe nacional. Su familia ha recibido más de 700.000 euros en donaciones (conversión aproximada de 4 millones de reales brasileños) por parte de ciudadanos conmovidos por su acto de coraje.
Las autoridades continúan investigando el atentado y reforzando las medidas de seguridad en eventos públicos, mientras la comunidad judía australiana permanece en estado de alerta.
