Kroshik, un gato que pesa 17 kilos, se ha convertido en una sensación en Rusia tras protagonizar una peculiar escena: intentó escapar de un centro de rehabilitación para animales con obesidad, en la ciudad de Perm, y acabó atrapado en una sapatera. El incidente obligó a los cuidadores del centro a intervenir para rescatar al felino, que había quedado encajado en el mueble durante su intento de fuga.
Kroshik fue encontrado previamente en el sótano de un hospital y trasladado al centro, donde comenzó un tratamiento basado en una estricta dieta y una rutina diaria de ejercicios. Según los veterinarios, su alimentación anterior, compuesta casi exclusivamente por galletas y sopa, contribuyó a su aumento de peso extremo y limitó su movilidad. Su nombre, que significa “Migas” en ruso, hace referencia a su costumbre de no dejar restos de comida.
La veterinaria Ekaterina Bedakova, responsable de su tratamiento, interpretó el intento de fuga como una señal positiva. “Ya es un chico muy activo. Estaba extremadamente disgustado cuando lo encontramos disfrazado de zapatillas, pero después de una ración de comida se calmó”, bromeó. La meta del tratamiento es que Kroshik pierda entre 70 y 150 gramos por semana hasta alcanzar un peso saludable de 4,5 kg.
El caso ha sido utilizado por los profesionales del centro como un ejemplo de los peligros de la sobrealimentación en mascotas. Señalan que Kroshik representa un caso extremo de amor mal entendido por parte de sus anteriores dueños, quienes lo alimentaron en exceso sin considerar su salud.
La historia de Kroshik ha generado gran repercusión en redes sociales, donde muchos usuarios han compartido imágenes del gato atrapado y han expresado tanto preocupación como ternura por su situación.


