Tayla Clement, una joven neozelandesa de 26 años, nació con el síndrome de Moebius, una condición neurológica extremadamente rara que impide el movimiento de los músculos faciales, lo que le imposibilita sonreír o mostrar emociones a través del rostro. Esta condición afecta a entre uno de cada 50.000 a 500.000 nacimientos, y compromete los nervios craneales sexto y séptimo, generando una parálisis facial similar a la que provoca un ictus.
Durante su infancia, Tayla sufrió acoso escolar y aislamiento social debido a su apariencia. A los 11 años se sometió a una cirugía para intentar restaurar el movimiento facial, pero la intervención fracasó y le dejó secuelas físicas y emocionales. Sin embargo, con el tiempo, Tayla ha aprendido a ver ese fracaso como una bendición que la condujo a aceptarse tal como es.
Tras años de lucha contra la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático, encontró en el deporte, especialmente en el rugby, una vía de expresión y empoderamiento. En 2023, comenzó a crear contenido deportivo y ha entrevistado a figuras destacadas del rugby, como Beauden Barrett. Su pasión por el deporte la llevó a convertirse en una voz activa por la inclusión y la diversidad en este ámbito.
Tayla afirma que su condición le ha permitido desarrollar una fuerte identidad y una misión clara: inspirar y apoyar a otros que enfrentan desafíos similares. Con miles de seguidores en redes sociales, se ha convertido en un referente para jóvenes que buscan aceptación y autoestima. “Yo necesitaba a alguien como soy hoy cuando era más joven”, reflexiona.
Aunque no puede sonreír de forma convencional, Tayla ha encontrado su propia manera de expresar felicidad: “Simplemente sonrío a mi manera”, dice con orgullo. Su historia es un ejemplo de resiliencia, autoconocimiento y empoderamiento que resuena más allá de las fronteras.