Una madre de South Los Ángeles, Catherine Garcia, ha iniciado acciones legales contra el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) después de que su hijo de 5 años, diagnosticado con autismo, fuera atropellado frente a la escuela donde estudia. El menor, que asistía al jardín de infancia en la Parmelee Avenue Elementary School, logró salir del aula sin supervisión y fue arrollado por un coche modelo Camaro al cruzar la calle.
El incidente, que ocurrió el mes pasado, ha generado indignación y cuestionamientos sobre la seguridad en los centros educativos. “Dejaron que mi hijo saliera del campus y ¡boom! Fue atropellado”, declaró el abogado de la familia, Michael Carrillo, quien atribuye el accidente a una clara negligencia por parte del personal escolar.
Catherine, visiblemente afectada, expresó su decepción con la institución en la que confiaba plenamente. “Estaba allí cada día, disponible para ellos. Ellos fallaron a mi hijo”, afirmó. La familia ha presentado una solicitud de indemnización, paso previo a una demanda formal. El distrito escolar dispone de 45 días para responder; de no hacerlo, el caso será llevado ante los tribunales.
Mientras tanto, el Departamento de Policía de Carreteras de California (CHP) continúa investigando los hechos. La familia busca una compensación económica que cubra los costes médicos derivados del accidente, además de exigir reformas en los protocolos de seguridad escolar.
En un comunicado, el LAUSD manifestó su “profunda preocupación y compasión” por el estudiante y su familia, subrayando que la seguridad de los alumnos es su “máxima prioridad”.
La situación ha generado un debate sobre la responsabilidad de las escuelas en la protección de menores con necesidades especiales, especialmente bajo la administración del presidente Donald Trump, cuyo gobierno ha sido criticado por recortes presupuestarios en educación especial.