Una historia de supervivencia y fe conmovió a la región noroeste de Paraná, Brasil, cuando Luciana Araújo, una ama de casa de 42 años, embarazada y a dos semanas de su cesárea programada, sufrió un grave accidente de tráfico mientras se dirigía al hospital para dar a luz. El vehículo en el que viajaba junto a su marido y su hija volcó en la carretera PR-482, en el municipio de Maria Helena, durante una intensa lluvia.
A pesar de las heridas sufridas, Luciana logró llegar al hospital de Umuarama, a unos 20 kilómetros del lugar del siniestro, donde fue sometida a una cesárea de urgencia. Su hijo, Vicente Araújo Moro, nació sano, pesando casi tres kilos y midiendo 47 centímetros. La madre describió el nacimiento como un verdadero milagro, considerando la gravedad del accidente.
La familia viajaba desde Cidade Gaúcha cuando ocurrió el vuelco. El esposo, Alexandre Moro dos Santos, de 38 años, perdió el control del vehículo en una curva. Tras el impacto, los tres ocupantes quedaron inconscientes brevemente. Camila Gabrielly, de 21 años, hija de la pareja, fue quien logró abrir la puerta del coche y pedir auxilio. Luciana fue llevada al hospital por conductores que pasaban por la zona, mientras Alexandre, con dolores en el cuello, tuvo que esperar la llegada de los servicios de emergencia.
En el hospital, Luciana fue inmediatamente evaluada y llevada al quirófano. El parto fue especialmente delicado, ya que el bebé había cambiado de posición tras el accidente. Vicente necesitó oxígeno durante un breve periodo, pero pronto pudo reunirse con su madre en la habitación.
Luciana y el bebé recibieron el alta médica al día siguiente. Camila también fue dada de alta tras sufrir una fractura en la clavícula. Alexandre continúa hospitalizado, recuperándose de una lesión cervical. “Somos muy agradecidos a Dios por este milagro. El 3 de octubre de 2025 es la fecha de nuestro renacimiento”, expresó emocionada Luciana.
