Brent Chapman, un canadiense de 34 años, ha recuperado la visión después de pasar dos décadas completamente ciego, gracias a una innovadora cirugía realizada por primera vez en Canadá. El procedimiento, llamado osteo-odonto-queratoprótesis, consiste en implantar una lente ocular sostenida por un diente del propio paciente.
Chapman perdió la visión en la adolescencia debido a una reacción grave al ibuprofeno que quemó su córnea. El ojo izquierdo lo perdió posteriormente por una infección. A lo largo de 20 años, se sometió a más de 50 cirugías sin éxito, hasta que fue seleccionado para esta técnica extrema, desarrollada en los años 60 y reservada para casos donde todos los tratamientos previos han fracasado.
La operación comienza extrayendo un diente del paciente, donde se fija una lente. Esta estructura se implanta primero en la mejilla para que el cuerpo la acepte, y luego se traslada al ojo ciego. El cirujano ocular Greg Moloney, de la Universidad de British Columbia, explicó que el diente es ideal para este fin por su rigidez y compatibilidad con el cuerpo.
Chapman describió el momento en que volvió a ver como profundamente emotivo. “Hice contacto visual con el Dr. Moloney por primera vez en 20 años. Ambos nos emocionamos”, relató. Añadió que ahora puede ver la ciudad, retomar su trabajo como masajista, viajar y ver crecer a sus sobrinos. “Es como si el mundo volviera a abrirse ante mí”, dijo.
Este avance representa una esperanza para personas con daños oculares severos que no encuentran solución en los métodos convencionales. Aunque la técnica es compleja y poco común, su éxito en este caso podría abrir camino a nuevos tratamientos similares en otros países.