Lucas Jemeljanova, un niño belga de 13 años, ha hecho historia al convertirse en el primer paciente del mundo en superar el glioma difuso intrínseco de tronco (DIPG), un tipo de cáncer cerebral extremadamente agresivo que afecta principalmente a niños y que, hasta ahora, tenía una tasa de mortalidad del 98% en los primeros cinco años tras el diagnóstico.
Detectado con esta enfermedad a los seis años, Lucas participó en un ensayo clínico experimental en Francia, dentro del estudio BIOMEDE. Fue seleccionado aleatoriamente para recibir everolimo, un fármaco quimioterápico utilizado en otros tipos de cáncer, pero sin eficacia demostrada previamente contra el DIPG. Contra todo pronóstico, el tumor comenzó a desaparecer gradualmente hasta que no quedó rastro alguno en las imágenes médicas. Hoy, siete años después del diagnóstico, Lucas lleva cinco años en remisión total.
El doctor Jacques Grill, del Instituto Gustave Roussy en París y responsable del tratamiento, declaró que nunca había visto un caso similar: “Lucas desafió todas las probabilidades”. Según los investigadores, una mutación genética poco común en las células tumorales podría haber aumentado la sensibilidad del cáncer al medicamento. Aunque otros siete pacientes del estudio presentaron mejoras, solo Lucas experimentó una regresión completa.
El DIPG es uno de los cánceres pediátricos más letales, ubicado en la base del cerebro, afectando funciones vitales como la respiración, el equilibrio y la deglución. La esperanza media de vida tras el diagnóstico es de apenas nueve meses.
A pesar de la esperanza que representa este caso, los expertos advierten que el desarrollo de un nuevo tratamiento basado en estos hallazgos podría tardar más de una década. No obstante, la historia de Lucas ya es considerada un hito científico y una fuente de esperanza para muchas familias. “Es como ver a alguien salir de una cápsula del tiempo y reconectarse con el mundo”, concluyó el Dr. Grill.
