Erik Menendez, condenado a cadena perpetua junto con su hermano Lyle por el asesinato de sus padres en los años 90, atraviesa actualmente una grave situación médica. Según el portal estadounidense TMZ, aunque no se ha revelado la naturaleza exacta de la enfermedad, su gravedad ha llevado a su abogado a solicitar su liberación inmediata.
La defensa sostiene que el estado de salud de Erik es crítico y requiere atención médica especializada que no puede ser proporcionada dentro del sistema penitenciario de California. Aunque está siendo tratado en prisión, su abogado insiste en que necesita cuidados más avanzados, lo que justificaría una excarcelación, al menos temporal.
Este nuevo desarrollo se produce en un momento en que el caso Menendez ha vuelto a captar la atención pública debido a la reapertura del proceso judicial. Recientemente, la Justicia modificó la sentencia de los hermanos, haciéndolos elegibles para libertad condicional, lo que ha fortalecido los argumentos de la defensa en favor de una pronta liberación.
La situación médica de Erik añade una dimensión humanitaria a un caso que durante décadas ha sido objeto de debate en Estados Unidos, tanto por la brutalidad del crimen como por las circunstancias familiares alegadas por los acusados. Ahora, la defensa espera que el deterioro de su salud influya en una decisión favorable por parte del gobernador de California, que podría permitirle recibir tratamiento fuera de prisión.