Las nuevas búsquedas realizadas en la región de Atalaia, entre Praia da Luz y Lagos, en el Algarve, han reavivado la atención sobre la desaparición de Madeleine McCann, ocurrida hace 18 años. Durante las excavaciones llevadas a cabo por la policía criminal alemana (BKA), se encontraron fragmentos de huesos y trozos de ropa en una zona conocida como Trilha do Pescador.
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Los materiales recogidos fueron enviados para su análisis en laboratorio, que determinará si existe alguna conexión con la desaparición de la niña británica, ocurrida en mayo de 2007. La operación, que contó con el apoyo de las autoridades portuguesas y británicas, aisló la zona durante cuatro días y costó alrededor de 300 000 libras esterlinas (apróximadamente 351.000 euros).
Material aún sin identificar claramente
A pesar de las expectativas en torno a la nueva fase de las investigaciones, fuentes relacionadas con la operación dijeron a la prensa británica que los huesos encontrados son, aparentemente, de animales, y que la ropa sería de adultos, descartando una conexión directa con el caso. “Siempre supimos que sería una pérdida de tiempo, pero teníamos que mostrar cooperación”, declaró un policía a MailOnline.
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Por otro lado, medios portugueses como CNN Portugal y Correio da Manhã reforzaron que los objetos localizados tienen potencial para análisis en profundidad. Las piezas fueron enviadas al laboratorio forense de la policía alemana, donde se someterán a exámenes que pueden incluir pruebas de ADN.
Presión sobre las autoridades y el paso del tiempo
Las búsquedas se producen en un momento delicado. Christian Brueckner, señalado por la fiscalía alemana como principal sospechoso desde 2020, podría salir de prisión en septiembre. Actualmente cumple condena por violación en otro caso y, aunque nunca ha sido acusado formalmente por la desaparición de Madeleine, sigue siendo el centro de las investigaciones.
La posible flexibilización de la prisión preocupa a los investigadores, sobre todo tras la declaración del abogado de Brueckner de que este tiene intención de abandonar el país lo antes posible. Sin embargo, los procedimientos judiciales pendientes y las multas aún pueden retrasar su puesta en libertad hasta 2026.
Críticas a la gestión del caso y pistas descuidadas
La actuación de la fiscalía alemana también ha sido objeto de críticas en Portugal. Según el Correio da Manhã, los investigadores habrían ignorado una línea de investigación sobre un supuesto atropello accidental de Madeleine, en el que estaría involucrada una pareja británico-alemana. La publicación también informa de que una operación secreta propuesta por las autoridades portuguesas para obtener una confesión fue denegada por la justicia alemana.
Esta línea de investigación, basada en una denuncia presentada en 2018 por un familiar del principal sospechoso, apunta a que la niña habría sido atropellada por una mujer bajo los efectos del alcohol y que el cuerpo habría sido ocultado con la ayuda de su compañero. Testigos locales relatan haber escuchado una intensa discusión de la pareja la noche de la desaparición.
Sin respuestas definitivas
A pesar de los nuevos esfuerzos y las pruebas recopiladas, la desaparición de Madeleine McCann sigue sin resolverse. El análisis del material encontrado en Atalaia puede ofrecer nuevas pistas o cerrar otra línea de investigación sin avances concretos, algo que ha marcado el caso desde el principio. Científicos rusos descubren una isla recién formada en el norte del mar Caspio.
