Un grupo de adolescentes de entre 14 y 18 años asumió la operación completa de un restaurante familiar en Hudson, Minnesota (EE. UU.), después de que la cofundadora del local, Carol Trainer, sufriera una convulsión y entrara en coma durante varios meses. Su esposo y socio, Chad, permaneció junto a ella en el hospital, dejando el restaurante Urban Olive & Vine en manos de los jóvenes empleados.
Según relató Chad al programa Land of 10,000 Stories del canal KARE 11, sin la ayuda de estos adolescentes el restaurante no habría sobrevivido. “Se convirtieron en adultos, gestionaron nuestro negocio y cuidaron de mí”, afirmó conmovido.
Entre los jóvenes destaca Acacia Kunkle, de 17 años, quien comenzó a llegar al local a las 5:30 de la mañana para abrirlo y coordinar las tareas del día. Joe Stephenson, de 15 años, también fue fundamental en el funcionamiento diario. Otros, como Lainey Dombrovski, de 16 años, se encargaron de abastecer el restaurante haciendo compras en supermercados, cargando sus coches con provisiones.
Los adolescentes no solo mantuvieron el negocio operativo, sino que también entrenaron a nuevos compañeros, crearon platos y garantizaron la atención al cliente. El 5 de mayo, Carol falleció, y Chad decidió cerrar temporalmente el restaurante para que todos pudieran asistir al funeral.
Tras el periodo de duelo, los jóvenes retomaron las actividades del restaurante, asegurando la continuidad del negocio familiar. Su compromiso y madurez han sido ampliamente reconocidos por la comunidad local, convirtiéndose en un ejemplo de solidaridad y responsabilidad en tiempos difíciles.