Barrett Brasfield, un bebé nacido con tan solo 26 semanas de gestación el 6 de junio de 2024, ha superado una larga y difícil batalla por la vida tras pasar 403 días hospitalizado en unidades de cuidados intensivos neonatales en Estados Unidos. Al nacer, pesaba apenas 450 gramos y fue diagnosticado con una grave displasia broncopulmonar, lo que requirió su intubación durante nueve meses.
La madre, Carli, descubrió complicaciones en la salud del feto a las 20 semanas de embarazo, lo que llevó a una cesárea de emergencia. Durante su primera semana de vida, Barrett sufrió una infección en la sangre que redujo su probabilidad de supervivencia a un 30%. A pesar de estas adversidades, el pequeño logró resistir.
En febrero de 2025, fue sometido a una traqueostomía en el hospital Children’s of Alabama, lo que marcó un punto de inflexión en su recuperación. Finalmente, el 14 de julio recibió el alta médica. Actualmente, vive con sus padres en Alabama, asistido por un ventilador doméstico y una gastrostomía.
Con un peso actual de 8,6 kg, Barrett continúa su tratamiento en casa mientras sus padres, Carli y Roman, se preparan para futuras cirugías. Ambos recibieron formación médica para poder cuidar de su hijo y destacan la resiliencia de la familia durante esta experiencia. “Hubo momentos en que nos preguntamos si debíamos seguir luchando tan fuerte. Afortunadamente, nuestro equipo médico nunca se rindió”, declaró Carli.
La historia de Barrett es un testimonio de esperanza, resistencia y amor familiar. Sus padres afirman que todo el esfuerzo valió la pena por tenerlo finalmente en casa. “Haríamos los 403 días otra vez solo por tener a este pequeño con nosotros”, concluyó su madre.