Un refugiado atraviesa un campamento anegado en Gaza bajo la lluvia (Foto: Instagram)
El Ministerio de Asuntos de la Diáspora de Israel anunció el 30 de diciembre la suspensión, desde el 1 de enero, de decenas de organizaciones humanitarias que operan en la Franja de Gaza por “no cumplir las nuevas reglas”. Entre las afectadas figuran Médicos Sin Fronteras, el Consejo Noruego para Refugiados y el Comité Internacional de Rescate.
Paralelamente, los ministros de Asuntos Exteriores de diez países —entre ellos Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia e Islandia— emitieron una declaración conjunta manifestando “seria preocupación” por el “deterioro de la situación humanitaria en Gaza, que permanece catastrófica”. Advierten que, con la llegada del invierno, lluvias intensas y temperaturas en descenso, 1,3 millones de personas necesitan refugio urgente.
En su texto, apelan a que la ONU y sus socios “continúen su trabajo vital” para asegurar una ayuda imparcial, neutra e independiente en toda la Franja.
A pesar del proceso de cese de fuego vigente tras dos años de conflicto, el Ejército israelí mantiene operaciones contra el grupo radical Hamás. La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) alerta de familias viviendo en tiendas de campaña, edificios dañados y albergues saturados que sufren frío, lluvia e inundaciones, sin un lugar seguro al que acudir.
