Zona acordonada por la policía tras un atentado con bomba en el sur de Moscú. (Foto: Instagram)
En la madrugada del miércoles 24 de diciembre, un atentado con bomba en Moscú causó la muerte de tres personas, entre ellas dos agentes de policía. El ataque ocurrió en la zona sur de la capital rusa, apenas dos días después de la explosión de un coche bomba que mató al teniente general del ejército ruso Fanil Sarvarov en un lugar cercano.
Según el Comité Estatal de Investigación de Rusia, la explosión se produjo cuando dos policías se acercaron a un individuo que actuaba de manera sospechosa. En ese momento, el artefacto detonó, provocando la muerte inmediata de los dos agentes y de una tercera persona cuya identidad aún no ha sido confirmada.
Las autoridades rusas sospechan que fuerzas especiales ucranianas podrían estar detrás del atentado, en un contexto de creciente tensión entre ambos países. El Kremlin ya había señalado posibles vínculos ucranianos tras la muerte del general Sarvarov, lo que alimenta las teorías sobre una campaña coordinada de ataques.
El Comité Estatal ha iniciado procedimientos penales por asesinato de funcionarios públicos y por tráfico ilegal de explosivos. Los investigadores están trabajando en la recolección de pruebas para realizar análisis forenses, incluidos exámenes genéticos, médicos y de restos explosivos. Además, están siendo revisadas las grabaciones de cámaras de seguridad y se están interrogando a testigos del suceso.
Este nuevo atentado ha generado una fuerte respuesta en Moscú, donde se han intensificado las medidas de seguridad. La comunidad internacional observa con preocupación el aumento de la violencia en la región, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no ha emitido una declaración oficial sobre el incidente.
