Brigitte Macron, junto al presidente Emmanuel Macron, en un evento oficial en París. (Foto: Instagram)
La primera dama de Francia, Brigitte Macron, está siendo procesada judicialmente por 343 mujeres pertenecientes a diversas organizaciones de derechos humanos, tras haber sido grabada insultando a manifestantes feministas como “zorras estúpidas”. El incidente tuvo lugar el 7 de diciembre en el Teatro Folies Bergère de París, durante una conversación entre Brigitte y el actor Ary Abittan, quien había sido acusado de violación en un caso cerrado en 2024 por falta de pruebas.
El día anterior, la obra de Abittan fue interrumpida por activistas feministas en protesta por dicha acusación. En la conversación grabada, Brigitte preguntó al actor cómo se sentía tras el episodio, a lo que él respondió que tenía miedo. La primera dama replicó con el insulto hacia las activistas y añadió que, si volvían a protestar, “las expulsaríamos”.
En declaraciones posteriores al medio Brut France, Brigitte Macron reconoció que no sabía que estaba siendo filmada y justificó sus palabras como un intento torpe de consolar al actor. Afirmó no arrepentirse de lo dicho, alegando que, aunque es la esposa del presidente Emmanuel Macron, también es una persona con derecho a expresarse “de manera absolutamente inadecuada” en privado.
La abogada Juliette Chapelle, representante de los colectivos feministas, exigió que Brigitte asuma la responsabilidad de sus palabras, subrayando que su posición como primera dama otorga peso a sus declaraciones. También criticó la aparente contradicción entre la imagen pública de Brigitte como defensora de los derechos de las mujeres y sus comentarios en privado.
El caso ha generado un intenso debate en Francia sobre el papel de las figuras públicas y su coherencia entre discurso y comportamiento. Aunque no se han especificado sanciones económicas por el momento, el proceso judicial podría tener repercusiones políticas y sociales importantes para la imagen del Elíseo.
