Una historia conmovedora ha emocionado al mundo tras el devastador terremoto que sacudió Turquía en febrero de 2023. Una bebé turca fue rescatada con vida después de pasar 128 horas bajo los escombros, enfrentando condiciones extremas como hambre, frío intenso y soledad. Su supervivencia fue calificada como un milagro, desafiando todas las probabilidades.
En un principio, se creyó que la madre de la niña había fallecido en la tragedia. Sin embargo, días después fue encontrada viva en otro hospital, recuperándose de heridas físicas y del trauma psicológico causado por el desastre. Tras una angustiosa espera de 54 días, un examen de ADN confirmó que la mujer era efectivamente la madre biológica de la bebé.
El reencuentro entre madre e hija estuvo cargado de emociones: abrazos, lágrimas y una profunda sensación de alivio marcaron el momento. La escena se convirtió en símbolo de esperanza y resiliencia, y fue ampliamente difundida en redes sociales y medios internacionales.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, elogió públicamente la valentía de las víctimas y el trabajo incansable de los equipos de rescate. El caso ha servido para poner en valor la fortaleza del vínculo familiar incluso en las circunstancias más adversas, así como la dedicación de los profesionales que participaron en las labores de salvamento y atención médica.
Esta historia no solo refleja el impacto devastador de los terremotos en la región, sino también la capacidad del ser humano para resistir, sobrevivir y reencontrarse con el amor en medio del caos.


