Un incendio provocado por un ataque en pleno centro urbano de Kiev, mientras continúan las negociaciones de paz. (Foto: Instagram)
Las negociaciones para un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia continúan avanzando, con base en una propuesta impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Según declaró el negociador ucraniano Mykhailo Podoliak al diario francés Le Monde, Kiev estaría dispuesta a aceptar la creación de una zona desmilitarizada en la región del Donbass, al este del país. Esta zona implicaría la retirada de tropas tanto rusas como ucranianas de la línea de frente actual.
El plan contempla también la participación de un contingente extranjero y de misiones de monitoreo internacional para garantizar el cumplimiento del acuerdo. Aún se debate si la desmilitarización incluiría únicamente armamento pesado o todo tipo de armas. Podoliak considera que es un paso natural hacia el fin del conflicto, aunque reconoce que parte del territorio permanecerá bajo ocupación rusa de facto.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, mostró optimismo respecto a los avances, afirmando que “la paz está al alcance”. No obstante, subrayó que cualquier decisión territorial debe ser tomada exclusivamente por los ucranianos. El presidente Volodymyr Zelensky, por su parte, ha declarado que cualquier concesión territorial requeriría un referéndum o elecciones, y ha mostrado cautela ante la propuesta estadounidense de establecer una “zona económica libre” en Donetsk.
Desde Washington, Donald Trump ha manifestado su impaciencia ante la falta de resultados concretos en las negociaciones. Su administración presiona a Kiev para que acepte concesiones territoriales, incluida la mencionada zona desmilitarizada. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que Trump está “cansado de reuniones sin resultados” y exige acciones inmediatas para poner fin a la guerra.
Los líderes europeos, aunque intentan influir en las conversaciones, se encuentran en una posición delicada. Según el analista Ulrich Bounat, la dependencia estratégica europea respecto a Estados Unidos limita su margen de maniobra. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha señalado que la próxima semana será clave, coincidiendo con una cumbre en la que se debatirá el uso de activos rusos congelados para apoyar a Ucrania.
