
Tensiones al límite: Maduro y Trump frente a frente en medio de una crisis diplomática. (Foto: Instagram)
El gobierno de los Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha emitido una nueva advertencia urgente este miércoles 3 de diciembre, solicitando a todos sus ciudadanos y residentes legales abandonar Venezuela de forma inmediata. La nación suramericana ha sido clasificada en el Nivel 4 de riesgo —el más alto en la escala del Departamento de Estado estadounidense— debido a una alarmante combinación de amenazas, incluyendo detenciones arbitrarias, tortura, criminalidad extrema y colapso de los servicios básicos.
El comunicado oficial detalla que ciudadanos estadounidenses han sido detenidos por hasta cinco años sin el debido proceso legal, sin notificación a Washington, y sin acceso a abogados o contacto con familiares. Desde el cierre de la embajada estadounidense en Caracas en marzo de 2019, no existen servicios consulares disponibles, lo que imposibilita cualquier tipo de asistencia o evacuación de emergencia.
Entre los riesgos señalados están: detención ilegal, tortura (incluyendo técnicas como posiciones de estrés y simulacros de ahogamiento), homicidios, secuestros, represión de protestas políticas, presencia de grupos terroristas en zonas fronterizas, así como escasez de medicamentos, combustible y productos básicos.
El aumento de las tensiones entre Washington y Caracas se intensifica. El presidente Trump ha insistido en la renuncia de Nicolás Maduro, a quien habría dado un ultimátum que expiró el pasado 28 de noviembre. Maduro, sin embargo, ha rechazado abandonar el poder, declarando en actos públicos su “lealtad absoluta hasta el más allá” y defendiendo la soberanía del país frente a amenazas externas. También ha exigido el levantamiento de las sanciones impuestas por EE.UU.
A pesar del clima hostil, Maduro confirmó recientemente una conversación telefónica con Trump, calificándola como un “paso importante” hacia el diálogo, aunque no se vislumbran avances concretos. Mientras tanto, el gobierno estadounidense mantiene su postura firme, advirtiendo que no puede garantizar la seguridad de sus ciudadanos dentro del territorio venezolano.


