Lorenzo Lopez, un niño de 8 años del estado de Texas (EE. UU.), sobrevivió a un grave accidente eléctrico tras entrar en contacto con un cargador de móvil mientras descansaba en su cama. El incidente ocurrió cuando intentó alcanzar el cable de carga que se encontraba bajo su almohada, momento en el que recibió una fuerte descarga. “Pensé que iba a morir”, confesó Lorenzo, quien aún se encuentra en proceso de recuperación.
El menor sufrió quemaduras de segundo grado en la mano y en el rostro. Su madre, Jennifer, relató que el niño comenzó a gritar de dolor y que la corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo. Según explicó, el cargador estaba enchufado y el cable presentaba signos de desgaste, lo que probablemente provocó el accidente. A raíz de lo ocurrido, la familia ha iniciado una campaña de concienciación para advertir a otros padres sobre los peligros de dejar cargadores conectados cerca de los niños, especialmente durante el sueño.
Lorenzo fue hospitalizado durante dos días y los médicos afirmaron que tuvo suerte de sobrevivir, ya que el choque eléctrico pudo haber sido mortal. Actualmente, el pequeño asiste a sesiones de fisioterapia para recuperar la movilidad de la mano afectada y recibe apoyo psicológico para superar el trauma.
La familia ha lanzado una campaña de recaudación de fondos en línea para cubrir los gastos médicos y de rehabilitación. En la página, Jennifer expresó su gratitud por el apoyo recibido y calificó a su hijo como “un milagro”.
Expertos en seguridad advierten sobre los riesgos de utilizar cargadores dañados o de baja calidad, especialmente en lugares como camas o sofás, donde pueden sobrecalentarse y entrar en contacto directo con la piel. El caso de Lorenzo destaca la necesidad de extremar precauciones con dispositivos eléctricos en el entorno doméstico.


