Un crimen estremecedor ha conmocionado a la ciudad de Guarulhos, en la Región Metropolitana de São Paulo (Brasil). Lucas Silva Souza, un metalúrgico de 29 años, confesó a la Policía Civil haber presenciado cómo su pareja, Manoela Cristina César, de 34 años, esquartejaba a su hija de 4 años, Emanuelly Lourenço Silva Souza. El cuerpo de la niña fue posteriormente enterrado y cubierto con concreto en el patio de la vivienda familiar.
La investigación se inició cuando Gabriella Cardoso Lourenço da Silva, madre biológica de Emanuelly, denunció ante el Consejo Tutelar supuestos malos tratos sufridos por sus hijos mientras estaban bajo la custodia de Lucas, quien había obtenido la guarda de la menor hacía dos años debido a problemas de salud de Gabriella.
Al ser interrogado, Lucas ofreció versiones contradictorias sobre el paradero de la niña, hasta que finalmente condujo a las autoridades al lugar donde el cuerpo estaba oculto. Según su testimonio, el 15 de septiembre, al volver del trabajo, encontró a Emanuelly sin vida en el sofá. Manoela le habría confesado que la niña se había desmayado tras una discusión por haber mojado la cama. Temiendo ser arrestados, ambos decidieron ocultar el crimen.
Al día siguiente, siempre según Lucas, la pareja acordó esquartejar el cuerpo. Manoela habría realizado los cortes mientras él observaba y colaboraba. Los restos fueron enterrados en la veranda de la casa y cubiertos con concreto. La policía aún investiga si partes del cuerpo fueron diseminadas en otras áreas del domicilio.
Manoela, sin embargo, ofreció otra versión: aseguró que la niña parecía enferma y aún respiraba cuando Lucas llegó a casa. Negó haber cometido el homicidio o el desmembramiento, aunque admitió haber ayudado a enterrar el cuerpo.
La policía confirmó que Lucas ya tenía antecedentes por violencia, incluyendo al menos cuatro denuncias por maltrato a otro hijo y agresiones a Gabriella. Ambos fueron acusados de homicidio calificado y ocultación de cadáver, y se les ha decretado prisión preventiva por orden judicial.
