
Lula y Trump refuerzan la cooperación contra el crimen organizado internacional (Foto: Instagram)
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha intensificado sus esfuerzos para establecer una cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado internacional. En una conversación telefónica de aproximadamente 40 minutos con el presidente estadounidense, Donald Trump, Lula subrayó la urgencia de reforzar la colaboración bilateral, especialmente en lo que respecta a la desarticulación financiera de las altas esferas del crimen, conocidas como el “andar de cima”.
La estrategia del gobierno brasileño se centra en atacar las estructuras financieras que sostienen a las organizaciones criminales, con el apoyo de instituciones como la Receita Federal y el Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf). Esta línea de acción se ha visto reflejada en operaciones recientes como la “Carbono Oculto”, que desmanteló un esquema de lavado de dinero vinculado al Primeiro Comando da Capital (PCC) y con conexiones en el sector financiero de São Paulo.
Durante la llamada, Lula alertó a Trump sobre las ramificaciones internacionales del crimen organizado, como las operaciones del Grupo Refit, acusado de evasión de divisas y blanqueo de capitales mediante empresas ficticias en el estado de Delaware, EE.UU. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, explicó que fondos ilícitos eran enviados al extranjero y regresaban como inversiones legales en Brasil.
Además, se denunció el tráfico ilegal de piezas de armamento desde Estados Unidos hacia Brasil, ocultas en contenedores comerciales. Haddad propuso un mayor control tanto en la salida de mercancías desde EE.UU. como en la entrada en Brasil para frenar este tipo de operaciones.
Trump, por su parte, respondió positivamente a la propuesta de Lula, expresando su disposición total a colaborar en iniciativas conjuntas para enfrentar estas amenazas.
La ofensiva del gobierno brasileño se produce en un contexto de creciente preocupación ciudadana por la violencia, lo que ha convertido la seguridad pública en un tema clave de cara a las elecciones de 2026. Mientras tanto, la oposición de derecha promueve su propio enfoque, más punitivo, como el controvertido Proyecto de Ley Antifacción, que busca equiparar el crimen organizado con el terrorismo.


