Encuentro diplomático clave en Moscú entre enviados estadounidenses y el presidente ruso. (Foto: Instagram)
La capital rusa fue escenario de una reunión clave entre representantes de Estados Unidos y Rusia, encabezada por el enviado especial Steve Witkoff y el asesor informal Jared Kushner, en representación del presidente estadounidense Donald Trump. El encuentro, que se extendió por casi cinco horas en el Kremlin, fue calificado como "productivo" por Kirill Dmitriev, representante especial del presidente ruso Vladimir Putin, quien acompañó la publicación con un emoji de paloma blanca, símbolo de paz.
Durante la reunión, se transmitieron saludos personales de Trump a Putin, y se entregaron cuatro documentos adicionales al plan inicial de 28 puntos propuesto por Washington. Aunque el Kremlin mostró disposición a aceptar ciertos aspectos del plan, también expresó críticas a otros. Según el asesor presidencial Yuri Ushakov, ambas partes reafirmaron la voluntad de continuar las negociaciones y no descartaron un futuro encuentro directo entre Trump y Putin, condicionado al progreso de las conversaciones.
Las negociaciones se mantendrán en secreto y continuarán a través de asesores y representantes de los ministerios de relaciones exteriores de ambos países. Este diálogo en Moscú da continuidad a las conversaciones celebradas días antes en Florida, que involucraron también al senador Marco Rubio y al negociador ucraniano Rustem Umerov. En esa ocasión, se discutieron temas como garantías de seguridad, elecciones, cronogramas militares y cuestiones territoriales, en un contexto descrito como "difícil y complicado".
Por otro lado, el Kremlin anunció avances militares en el este de Ucrania, afirmando haber tomado el control de las ciudades de Pokrovsk y Vovchansk, algo que Kiev desmiente, alegando exageraciones por parte de Moscú y señalando problemas logísticos y de movilización en sus propias filas.
Analistas internacionales interpretan el tono positivo de Dmitriev como una señal de esperanza, aunque aún precavida, sobre la posibilidad de un acuerdo de paz duradero en Ucrania. Las próximas semanas serán clave para evaluar si este impulso diplomático se traduce en resultados concretos.
