
Donald Trump lanza acusaciones de fraude electoral en Honduras y respalda a candidato conservador (Foto: Instagram)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado públicamente a Honduras de intentar manipular los resultados de sus elecciones presidenciales, celebradas el pasado domingo 30 de noviembre. A través de su red social Truth Social, Trump advirtió de que “habrá consecuencias terribles” si se confirma un fraude electoral. El mandatario apoya al candidato conservador Tito Asfura, del Partido Nacional, quien lidera el conteo con el 39,91% frente al liberal Salvador Nasralla, que suma el 39,89%, con una diferencia de tan solo 515 votos.
La polémica se intensificó cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) interrumpió la transmisión de los resultados el lunes 1 de diciembre debido a una supuesta “falla técnica”, reanudando el proceso al día siguiente. Hasta ese momento, se había escrutado el 57% de los votos. Trump calificó la interrupción como sospechosa y exigió que se complete el conteo, afirmando que “la democracia debe prevalecer”.
Además, Trump prometió un “indulto total y completo” al ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico, si Asfura gana las elecciones. Hernández, del mismo partido que Asfura, fue hallado culpable de colaborar con cárteles que introdujeron más de 400 toneladas de cocaína en territorio estadounidense. Trump justificó su promesa alegando que Hernández fue tratado de forma “injusta” y vinculó directamente el apoyo económico de Estados Unidos a Honduras con la victoria del candidato conservador.
Esta elección marca un giro en la política hondureña, con la izquierda debilitada y la derecha disputándose el poder. La candidata oficialista Rixi Moncada, del Partido Libre, apenas alcanza el 19,16% de los votos y queda en tercer lugar. La presidencia se decidirá en una sola vuelta, y el ganador gobernará de 2026 a 2030.
Trump ha reiterado su respaldo a Asfura y ha descalificado a Nasralla, a quien calificó como “casi comunista”. La tensión crece mientras se espera la conclusión del conteo electoral en un clima de creciente desconfianza y presión internacional.


