La ciudad de Tefé, en el interior del estado brasileño de Amazonas, vive momentos de consternación tras un crimen que ha conmocionado a todo el país. Una mujer de 102 años fue víctima de una violenta agresión dentro de su propia vivienda, en un ataque motivado por tan solo 100 reales brasileños —equivalentes a unos 18 euros—.
Según informó la Policía Militar, el autor del crimen es un joven de 19 años que irrumpió en la casa durante la madrugada. Tras inmovilizar a la anciana, comenzó a golpearla brutalmente. Al notar que intentaba pedir ayuda, el agresor le cortó la lengua con un objeto punzante para evitar que gritara. La víctima sufrió además signos de estrangulamiento y heridas graves en el rostro.
La mujer fue trasladada de urgencia al hospital local, donde fue ingresada en la UCI debido a la gravedad de sus lesiones. A pesar de su avanzada edad y del ataque brutal, los médicos informaron que se encuentra en recuperación bajo cuidados intensivos.
El atacante fue detenido pocas horas después del crimen, escondido en la casa de unos familiares. Confesó haber cometido el asalto por “necesidad” y admitió haber mutilado a la víctima para evitar que alertara a los vecinos. La policía calificó el acto como “salvaje, cobarde y completamente desproporcionado”.
El caso ha provocado una ola de indignación en la región. Vecinos y familiares organizaron vigilias y campañas en redes sociales exigiendo justicia. El suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad de los ancianos en áreas remotas del Amazonas, donde la asistencia médica y policial puede tardar horas en llegar. También se ha puesto el foco en la reincidencia delictiva y en la necesidad de políticas de protección para familias vulnerables.
Actualmente, la comunidad espera el desarrollo del proceso judicial y clama por la máxima pena para el agresor. Mientras tanto, la anciana se ha convertido en un símbolo de resistencia frente a la violencia que azota a muchas zonas del país.
