Derek Rosa, un adolescente de 13 años residente en Hialeah, Florida, ha sido acusado de asesinar brutalmente a su madre mientras dormía, propinándole 46 puñaladas. El crimen ocurrió la noche del jueves 12 de octubre, víspera de viernes 13, en lo que se sospecha fue una macabra referencia al personaje ficticio Jason Voorhees, conocido por su conexión con esa fecha en películas de terror.
Según documentos judiciales, tras cometer el asesinato, Derek se tomó una selfie cubierto de sangre y la envió, junto con una imagen del cuerpo de su madre, a un amigo. La víctima, identificada como Rosa, había dado a luz tan solo dos semanas antes del crimen. Derek habría esperado a que todos en la casa se durmieran para perpetrar el homicidio utilizando un cuchillo de cocina.
Después del crimen, el joven llamó a la policía y confesó lo ocurrido. Fue encontrado por las autoridades aún en la escena del crimen, junto al cuerpo de su madre, y fue detenido sin oponer resistencia.
El caso está siendo tratado como homicidio en primer grado. La fiscalía busca que Derek sea juzgado como adulto debido a la gravedad del acto. Por su parte, la defensa sostiene que el menor padece trastornos de salud mental y que necesita tratamiento psiquiátrico especializado, no una condena en el sistema penitenciario convencional.
Durante la audiencia, los fiscales presentaron mensajes de texto e imágenes enviadas por el menor tras el asesinato, argumentando que demuestran premeditación y una actitud consciente y fría ante el acto cometido.
Este suceso ha conmocionado a la comunidad local y ha reavivado el debate sobre la salud mental en adolescentes, la influencia de la cultura popular en actos violentos y la responsabilidad penal de los menores en Estados Unidos. Aún no se ha fijado una fecha para el juicio, pero el tribunal deberá decidir próximamente si Derek Rosa será procesado como adulto.
