Una niña de 7 años, Scarlett Selby, residente en Festus, Missouri (Estados Unidos), sufrió graves quemaduras en el rostro y el pecho tras intentar replicar un experimento visto en vídeos de TikTok y YouTube. El incidente ocurrió cuando Scarlett colocó un juguete llamado NeeDoh en el congelador y, al día siguiente, lo calentó en el microondas con la intención de ablandarlo, siguiendo las instrucciones de los vídeos virales.
La acción provocó la explosión del juguete, que lanzó una sustancia extremadamente caliente sobre su cara y torso. Su padre, Josh Selby, acudió rápidamente al escuchar los gritos de su hija y trató de retirar el líquido con las manos, sin éxito. Scarlett fue trasladada de urgencia al hospital infantil de St. Louis, donde los médicos la indujeron a un coma durante tres días para evitar que el hinchazón afectara su respiración.
Su madre, Amanda Blankenship, explicó que la niña lloraba de dolor durante el trayecto al hospital y que probablemente necesitará injertos de piel para tratar las cicatrices. La familia afirmó que Scarlett no era consciente del peligro, ya que solo intentaba imitar lo que había visto en internet.
La empresa fabricante del juguete, Schylling Toys, advirtió que el NeeDoh no debe ser congelado ni calentado, y que su uso inapropiado puede causar lesiones graves. Aseguraron estar colaborando con plataformas como TikTok y YouTube para eliminar vídeos que muestren un uso indebido del producto.
Por su parte, TikTok declaró que prohíbe contenidos que promuevan conductas peligrosas y utiliza tecnología para detectar hashtags sospechosos. YouTube, por otro lado, recordó que su plataforma está destinada a mayores de 13 años y que elimina vídeos con menores realizando actividades de riesgo.
El caso ha reabierto el debate sobre la responsabilidad digital y la seguridad infantil frente a los desafíos virales en internet. Scarlett continúa su recuperación, mientras su historia sirve como advertencia sobre los peligros ocultos en las redes sociales.
