Las lluvias que azotaron España esta semana convirtieron las calles en ríos, causaron destrozos y dejaron más de 200 muertos. A principios de octubre, el huracán Milton puso en alerta a parte de Estados Unidos y provocó la evacuación de ciudades enteras. En África, se inundaron zonas del desierto del Sahara. En Brasil, más de 180 personas murieron tras las fuertes lluvias de abril.
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Los expertos afirman que las lluvias más intensas están relacionadas con el calentamiento de los océanos. 2023 fue el año más caluroso registrado, y 2024 sigue esta tendencia. A pesar de ello, las temperaturas no son aún más altas debido a la acción de los océanos, que absorben el 90% del calor generado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, esto hace que las aguas se calienten más, generando más humedad y aumentando el volumen de precipitaciones.
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“Los océanos desempeñan un papel importante en la absorción del calor de la atmósfera, pero esto eleva su temperatura y repercute en la atmósfera. Si este escenario continúa, las catástrofes en serie serán inevitables”, explicaron los expertos.
