Levi Dew, un joven británico de 20 años residente en Willington, Derbyshire, comenzó a sentir síntomas gripales en diciembre de 2022. Lo que parecía una gripe común se convirtió rápidamente en una emergencia médica. Su madre, Lara, notó que Levi tenía fiebre alta persistente, somnolencia y había perdido el apetito. El cuadro empeoró en cuestión de horas y fue ingresado de urgencia en el hospital.
Allí, Levi entró en shock séptico y sufrió una falla multiorgánica. Los exámenes revelaron que padecía una neumonía neumocócica y una sepsis grave, una infección que lleva al sistema inmunológico a atacar el propio cuerpo. Fue trasladado al Hospital Glenfield en Leicester, donde se le administró tratamiento intensivo. Según los médicos, su probabilidad de sobrevivir era del 30 %.
Debido a los daños provocados por la infección, los médicos se vieron obligados a amputarle ambas piernas por debajo de las rodillas. La intervención tuvo lugar apenas dos días antes de su 21º cumpleaños. Levi fue inducido a un coma y conectado a una máquina ECMO, que oxigena la sangre fuera del cuerpo.
Al despertar del coma, Levi se enfrentó a una nueva realidad. “Era como si mi vida se hubiese puesto patas arriba”, declaró. De regreso a casa, tuvo que readaptarse a tareas básicas, aprender a conducir con las manos y enfrentar limitaciones físicas. A pesar de todo, se considera afortunado por haber sobrevivido. “Casi muero, pero sigo aquí. Eso ya es motivo suficiente para seguir luchando”, expresó.
La doctora Alina Paunescu, consultora en medicina de emergencia del NHS, advirtió que los casos como el de Levi no son raros. “La sepsis puede afectar a cualquier persona, incluso jóvenes y sanos. Reconocer los síntomas a tiempo es clave”, afirmó.
Actualmente, Levi continúa su recuperación con el apoyo de su familia, el uso de prótesis y sesiones de fisioterapia.