Carrie Edwards, una residente del estado de Virginia (EE. UU.), ha protagonizado un gesto de generosidad que ha conmovido a muchos. Tras ganar 150.000 dólares (aproximadamente 140.000 euros) en el sorteo de la Powerball del pasado 8 de septiembre —acertando cuatro de los cinco primeros números y el número adicional—, decidió donar la totalidad del premio a organizaciones benéficas.
Aunque la ganancia inicial era de 50.000 dólares, el uso de la opción Power Play triplicó el monto. Edwards optó por dividir el premio en tres donaciones de 50.000 dólares cada una (unos 46.700 euros).
La primera fue destinada a la Association for Frontotemporal Degeneration (AFTD), en memoria de su difunto esposo Steve, fallecido a causa de dicha enfermedad neurodegenerativa. “Durante el mes de concienciación sobre la FTD, quise que este regalo diera visibilidad a las familias que enfrentan esta enfermedad y a los investigadores que luchan por una cura”, expresó.
La segunda donación fue para Shalom Farms, una organización sin fines de lucro que trabaja por la producción sostenible de alimentos y la justicia alimentaria en Richmond.
La tercera parte del premio fue entregada a la Navy-Marine Corps Relief Society, entidad que brinda asistencia a militares en activo, veteranos y sus familias en situaciones de emergencia.
Edwards explicó que eligió estas tres instituciones por representar “cura, servicio y comunidad”. Añadió que espera que su ejemplo inspire a otras personas a transformar ganancias inesperadas en actos de solidaridad. “Me siento bendecida por poder usar este premio para un propósito mayor”, concluyó.