La influencer estadounidense Alex McCurry, madre de tres hijos, ha generado un amplio debate en redes sociales tras compartir imágenes de su hija menor, apodada cariñosamente “Pudge Pudge”. La niña, de tres años, tiene la piel clara, el cabello rubio y los ojos azules, lo que ha provocado múltiples comentarios sobre su aspecto, dado que Alex es negra y su esposo, Rob McCurry, es blanco.
La pareja ya tenía dos hijos con características físicas más similares a las de sus progenitores. Dado que la concepción de “Pudge Pudge” se produjo mediante fertilización in vitro, Alex llegó a preguntarse si podría haberse producido un error. Esta incertidumbre llevó a la realización de una prueba de ADN, que confirmó la filiación biológica.
En redes sociales, la exposición de la familia ha generado situaciones incómodas. Alex relata que fue confundida con la niñera de su hija e incluso seguida en un supermercado por sospechas infundadas. A pesar de estos episodios, afirma responder con paciencia y firmeza: “No es asunto de nadie. Si la niña está sana, feliz y amada, eso es lo que importa. Cualquier comentario contrario solo revela prejuicios raciales”.
Para reforzar la autoestima de sus hijos, Alex les enseña sobre sus raíces familiares, que incluyen herencias irlandesas y dominicanas, e incorpora elementos culturales como la canción “I’m Black and I’m Proud” de James Brown para fomentar el orgullo por su identidad racial.
Consciente de que su hija enfrentará preguntas a lo largo de su vida, Alex se mantiene firme en su misión de visibilizar una configuración familiar poco convencional. “Sé que los comentarios no van a cesar, pero mi objetivo es demostrar que el amor importa más que la apariencia”, concluyó.