Donald Trump presenta la nueva clase de buques ‘Trump Class’ en un acto oficial, en medio de crecientes tensiones con Venezuela. (Foto: Instagram)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, declaró que su gobierno mantendrá bajo control los 1,9 millones de barriles de petróleo confiscados recientemente en un buque cisterna frente a las costas de Venezuela. Durante una rueda de prensa, Trump afirmó: “Vamos a quedarnos con él. Vamos a quedarnos con los barcos también”, en referencia tanto al crudo como a las embarcaciones interceptadas.
La operación forma parte de una estrategia más amplia de presión económica contra el régimen de Nicolás Maduro, centrada en limitar los ingresos por exportaciones petroleras, que constituyen la principal fuente de recursos del país sudamericano. En los últimos diez días, Estados Unidos ha interceptado tres buques vinculados a Venezuela: el más reciente este domingo, el Centuries el sábado pasado, y el Skipper el 10 de diciembre.
La administración Trump ha intensificado su presencia naval en el Caribe como parte de un “bloqueo total” contra embarcaciones sujetas a sanciones. El gobierno venezolano ha denunciado estas acciones como actos de piratería y terrorismo económico. Según el canciller venezolano Yván Gil, en diciembre de 2025, Estados Unidos “secuestró y robó” aproximadamente cuatro millones de barriles de petróleo venezolano.
Trump anunció además la construcción de una nueva clase de buques de guerra, denominados “clase Trump”, acompañado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, y el secretario de la Marina, John Phelan. El presidente también indicó que ya ha mantenido conversaciones con empresas energéticas estadounidenses sobre un posible escenario post-Maduro, aunque no ofreció detalles sobre acuerdos en curso.
Cuando se le preguntó si el objetivo final de estas acciones era forzar la salida de Maduro del poder, Trump respondió de forma ambigua, pero dejó entrever que esa posibilidad está sobre la mesa. La tensión entre ambos países se mantiene elevada, con Caracas acusando a Washington de agresión y saqueo, mientras que la Casa Blanca justifica sus acciones como parte del cumplimiento de sanciones internacionales.
El petróleo confiscado tendría un valor aproximado de 134 millones de euros, calculado según los precios actuales del crudo.
