
El ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, y su homólogo venezolano, Yván Gil, estrechan manos tras reafirmar la alianza entre ambos países. (Foto: Instagram)
Rusia ha reiterado su respaldo absoluto al gobierno venezolano en medio de la creciente tensión provocada por el bloqueo impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al tránsito de navíos petroleiros que entran o salen de Venezuela. La declaración fue realizada este lunes tras una conversación telefónica entre el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, y su homólogo venezolano, Yván Gil.
Durante la llamada, Lavrov expresó su "firme solidaridad con el pueblo venezolano y con el presidente Nicolás Maduro", y aseguró que Moscú apoyará todas las acciones que Venezuela emprenda en el Consejo de Seguridad de la ONU. La semana pasada, la diplomacia rusa ya había advertido que la escalada de tensiones entre Caracas y Washington podría tener “consecuencias imprevisibles” para Occidente.
La Casa Blanca, sin embargo, minimizó el alcance de la ayuda rusa, argumentando que el Kremlin no tendría capacidad real de intervención debido a su implicación militar en la guerra de Ucrania.
En paralelo, continúan las acciones estadounidenses contra el transporte de crudo venezolano. El domingo, se interceptó un tercer buque petrolero cerca de la costa venezolana, sumándose a las recientes incautaciones del Centuries y del Skipper. Estas medidas forman parte del “bloqueo total” anunciado por Trump contra embarcaciones vinculadas a Venezuela, en un intento de endurecer las sanciones económicas.
El presidente Maduro calificó estas acciones como una “campaña de agresión, terrorismo psicológico y corsarios que asaltan petroleiros”, y afirmó que el país está preparado para “acelerar la marcha de la Revolución profunda”.
Venezuela, a pesar de poseer las mayores reservas de petróleo del mundo —alrededor de 303.000 millones de barriles según la EIA estadounidense—, enfrenta grandes dificultades para explotar sus recursos debido al carácter extrapesado del crudo, la falta de inversión y las sanciones internacionales. Además, el petróleo venezolano es especialmente compatible con las refinerías estadounidenses del Golfo de México, lo que añade un componente estratégico al conflicto.


