Donald Trump en el Despacho Oval durante el anuncio de su nueva iniciativa diplomática respecto a Groenlandia. (Foto: Instagram)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo 21 de diciembre la designación de Jeff Landry, gobernador de Luisiana, como enviado especial a Groenlandia. Este movimiento forma parte de una ofensiva diplomática y posiblemente militar del mandatario estadounidense para intentar anexar el territorio ártico a los Estados Unidos.
En una publicación en la red social Truth Social, Trump elogió a Landry, asegurando que comprende la importancia estratégica de Groenlandia para la seguridad nacional y que defenderá los intereses estadounidenses en la región. Landry, por su parte, agradeció la oportunidad y calificó la misión como "un honor", afirmando que su objetivo es integrar Groenlandia a los Estados Unidos, incluso si se trata de una función voluntaria.
La reacción internacional no se hizo esperar. Jens-Frederik Nielsen, primer ministro de Groenlandia, afirmó que el anuncio no alterará el curso de las negociaciones actuales sobre el futuro del territorio. Desde Dinamarca, país al que pertenece Groenlandia, el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, expresó su molestia y convocó al embajador estadounidense en Copenhague. Rasmussen criticó duramente tanto la designación de Landry como sus declaraciones, calificándolas de "totalmente inaceptables".
Esta nueva maniobra de Trump reaviva tensiones diplomáticas entre Estados Unidos, Dinamarca y Groenlandia, y podría tener consecuencias significativas en las relaciones internacionales, especialmente si se considera la posibilidad de una intervención militar mencionada anteriormente por el presidente estadounidense.
