Maduro denuncia actos de ‘piratería’ por parte de EE.UU. contra barcos petroleros venezolanos. (Foto: Instagram)
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este domingo una “campaña de agresión” liderada por Estados Unidos, que incluiría “terrorismo psicológico” y la actuación de “corsarios” contra buques petroleros venezolanos. La declaración se produce tras la interceptación de un tercer petrolero en menos de dos semanas por parte de la Guardia Costera estadounidense cerca de la costa venezolana.
Maduro, a través de redes sociales, aseguró que Venezuela ha resistido durante 25 semanas una ofensiva que va desde la presión mediática hasta acciones marítimas que calificó de piratería. El mandatario explicó que los “corsarios” eran marineros armados autorizados por gobiernos para saquear barcos enemigos, diferenciándolos de piratas comunes.
La escalada de tensiones se intensificó tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de un bloqueo total a todos los buques sancionados que entren o salgan de Venezuela. Esta medida busca estrangular la economía venezolana y aumentar la presión sobre el gobierno chavista.
Según las agencias Bloomberg y Reuters, el último petrolero interceptado, llamado Bella 1 y con bandera panameña, se dirigía a Venezuela para ser cargado. Aunque estaba en aguas internacionales, fue perseguido por la Guardia Costera estadounidense bajo el argumento de estar sujeto a sanciones económicas. No obstante, otro buque capturado el sábado, el Centuries, no figuraba en la lista oficial de sanciones, lo que ha generado críticas desde Caracas.
El régimen de Maduro no ha emitido una declaración oficial sobre la última incautación, pero en ocasiones anteriores ha calificado estas acciones como “piratería internacional” y “amenazas grotescas”, advirtiendo que no quedarán impunes.
Además, el gobierno de Trump ha impuesto nuevas sanciones contra cinco personas vinculadas a la familia de Cilia Flores, esposa de Maduro, acusándolas de apoyar lo que denominan un “narcoestado deshonesto”. Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia para debilitar al régimen venezolano, acusado también de robar petróleo estadounidense.
