Una escena perturbadora ocurrida durante la feria Pet Fair Asia en Shanghái, China, ha generado una ola de indignación internacional y reabierto el debate sobre el maltrato animal. Un hombre fue expulsado del evento tras mostrar a su perro completamente tatuado, adornado con dibujos y joyas, en una actitud que fue calificada por muchos como cruel y alarmante.
Según testigos y publicaciones en redes sociales, el animal —un perro sin pelo— tenía una gran tatuaje de dragón que cubría casi todo su cuerpo. Lo que más indignación provocó fue la afirmación del dueño de que el procedimiento se realizó sin anestesia, bajo el argumento de que el perro “no sentiría dolor”.
La declaración desató una reacción inmediata entre los asistentes, veterinarios y defensores de los derechos de los animales. Testigos aseguraron que el perro mostraba claros signos de incomodidad y estrés, lo que levantó serias sospechas de sufrimiento físico y psicológico tanto durante como después de la sesión de tatuaje.
Ante la presión pública, los organizadores de la feria decidieron expulsar al responsable. El caso se viralizó rápidamente en redes sociales, acumulando millones de visualizaciones y generando una avalancha de críticas contra el uso de animales como objetos estéticos o de exhibición.
Expertos en bienestar animal señalaron que las tatuajes en animales no tienen ninguna utilidad médica y pueden provocar dolor agudo, infecciones y daños psicológicos prolongados. En numerosos países, prácticas de este tipo están tipificadas como delito, con sanciones que oscilan entre multas económicas y penas de prisión. En España, por ejemplo, el maltrato animal puede ser castigado con hasta 18 meses de cárcel y multas que superan los 30.000 euros.
Este episodio ha reavivado el debate sobre los límites éticos en el trato a los animales de compañía y la necesidad urgente de leyes más estrictas. Para muchos usuarios en redes sociales, el caso es un recordatorio de que la línea entre la vanidad humana y la crueldad animal no debe cruzarse. Cuando esto ocurre, la sociedad debe responder con contundencia.
