Zelensky busca garantías de seguridad mientras avanza el diálogo de paz con Rusia. (Foto: Instagram)
Las negociaciones para poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia han registrado avances en las últimas semanas, especialmente tras encuentros diplomáticos en Berlín y Miami. Autoridades ucranianas y estadounidenses han reportado “progresos reales”, principalmente en torno a la construcción de garantías de seguridad para Kiev, similares al Artículo 5º de la OTAN, aunque sin una adhesión formal a la alianza.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha renunciado públicamente a su objetivo de ingresar en la OTAN, a cambio de compromisos jurídicos firmes por parte de Estados Unidos y aliados europeos. Esta decisión, considerada una concesión táctica, busca desbloquear el proceso de paz. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha desempeñado un papel central en la mediación, enviando delegados a las conversaciones y proponiendo un plan de resolución.
No obstante, persisten desacuerdos fundamentales. Ucrania mantiene como línea roja la negativa a ceder los territorios ocupados por Rusia desde la invasión de 2022. Moscú, en cambio, exige que Kiev reconozca la pérdida de regiones del Donbass y que se comprometa a una neutralidad permanente y a la desmilitarización. Vladimir Putin ha reiterado que no renunciará a estas exigencias, incluso bajo presión internacional.
Otro punto de tensión es la legitimidad del gobierno de Zelensky, cuyo mandato ha sido prolongado por la ley marcial. Putin ha cuestionado su autoridad, mientras que Zelensky ha expresado disposición a convocar elecciones si se garantizan condiciones de seguridad. Moscú incluso ha sugerido suspender ataques durante la jornada electoral si se permite votar a los ucranianos residentes en Rusia.
Desde Miami, la delegación ucraniana liderada por Rustem Umerov agradeció a Estados Unidos y a países europeos y de Oriente Medio por facilitar las negociaciones y apoyar la repatriación de niños secuestrados, prisioneros de guerra y cuerpos de soldados caídos. Sin embargo, la cuestión territorial sigue siendo el mayor obstáculo. Ucrania rechaza cualquier ultimátum ruso que implique la cesión de parte de su territorio, recordando que la Constitución ucraniana prohíbe modificar sus fronteras sin un referéndum nacional.
