Becca, una joven médica británica de 30 años especializada en oncología, falleció solo siete meses después de haber sido diagnosticada con un cáncer raro y agresivo. Su historia ha conmovido al Reino Unido y al mundo, no solo por su corta trayectoria profesional, sino también por la forma valiente y positiva en la que enfrentó la misma enfermedad que solía tratar en sus pacientes.
Becca trabajaba en el sistema de salud británico (NHS) cuando comenzó a experimentar síntomas inusuales tras una salida nocturna. Inicialmente, tuvo dificultades para orinar y poco después notó un persistente hinchazón abdominal. Los primeros exámenes revelaron un quiste de 14 centímetros en un ovario, que fue extirpado, pero los síntomas persistieron. Una segunda cirugía confirmó un diagnóstico devastador: cáncer avanzado con metástasis en pulmones, ganglios linfáticos y senos.
Lo más impactante es que Becca fue ingresada en la misma unidad oncológica donde trabajaba, siendo atendida por sus propios colegas. A pesar de la gravedad de su estado, mantuvo siempre el ánimo en alto. Durante la quimioterapia, se rapó el cabello y continuó sonriendo, fiel a su apodo de infancia, “Smiler”. Su actitud positiva fue un ejemplo para todos quienes la rodeaban.
Becca pasó parte de su infancia en California, Estados Unidos, antes de regresar al Reino Unido en 2007, donde decidió estudiar medicina inspirada por un documental sobre un hospital infantil. Su vocación y determinación la llevaron a especializarse en oncología, una carrera que fue truncada por la misma enfermedad que intentaba combatir.
Después de una leve mejoría, nuevos exámenes revelaron que el cáncer se había extendido al intestino, lo que imposibilitó continuar con el tratamiento. Becca falleció rodeada de su familia, quienes la acompañaron hasta el último momento. Su madre compartió un emotivo recuerdo: “Cuando nació, la sostuve en brazos; cuando se fue, también la sostuve”.
La historia de Becca ha generado una ola de solidaridad y admiración, recordando la fragilidad de la vida y el coraje de quienes enfrentan enfermedades terminales con dignidad y esperanza.


