Macron rechaza el acuerdo UE-Mercosur por amenazas al campo francés (Foto: Instagram)
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha declarado este jueves 18 de diciembre que el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea “no puede ser firmado” debido a preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y la protección del sector agropecuario francés. Durante una rueda de prensa, Macron argumentó que el tratado, en negociación desde hace más de 25 años, no garantiza la coherencia con los estándares agrícolas franceses y supondría una amenaza para los agricultores del país.
El tratado busca establecer un régimen de libre comercio entre los bloques, con reducciones arancelarias en sectores como el agronegocio y la industria. Sin embargo, Macron ha expresado que permitir la entrada de productos sudamericanos, como los brasileños, que no cumplen con las mismas restricciones sanitarias y medioambientales que se exigen en Francia, sería injusto y perjudicial para los productores locales.
“El esfuerzo de nuestros agricultores ha sido enorme, tanto en términos económicos como en adaptación a nuevas normas. No podemos abrir nuestro mercado a productos que no respetan las mismas reglas”, afirmó el mandatario. También hizo hincapié en la necesidad de reciprocidad y en evitar poner en riesgo la seguridad alimentaria de los ciudadanos franceses.
Además, Macron subrayó que Francia es una potencia agrícola global y no está dispuesta a sacrificar su soberanía alimentaria por un acuerdo que, según él, aún no está suficientemente equilibrado. La postura francesa se enmarca en un contexto de creciente presión social: miles de agricultores europeos protestaron este jueves en Bruselas contra el acuerdo, coincidiendo con la última cumbre del año de los líderes de los 27 países de la UE.
La Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo ha aprobado recientemente cláusulas que permitirían suspender los beneficios del acuerdo si se demuestra que las importaciones del Mercosur perjudican al sector agroalimentario europeo. Aun así, Macron insiste en que el tratado, tal como está redactado, no es aceptable para Francia.
