Estados Unidos y Paraguay firman acuerdo de cooperación militar en Washington. (Foto: Instagram)
Los gobiernos de Estados Unidos y Paraguay han firmado un nuevo acuerdo de cooperación militar que establece un marco legal para la actuación de tropas estadounidenses en territorio paraguayo. El acuerdo, rubricado el 15 de diciembre durante una reunión entre el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, contempla acciones conjuntas en materia de seguridad, entrenamiento militar y apoyo humanitario.
Según Rubio, el principal objetivo del acuerdo es enfrentar la amenaza creciente de organizaciones terroristas transnacionales que operan en la región con fines económicos y que suponen un riesgo para la estabilidad hemisférica. El secretario también subrayó que la cooperación con Paraguay no se limita a la defensa, sino que se proyecta hacia una colaboración económica más profunda.
El documento firmado es un Acuerdo de Estatuto de Fuerzas, un instrumento jurídico que regula los derechos, obligaciones y el estatus legal de militares y civiles de defensa estadounidenses en territorio extranjero. Aunque no implica la instalación de bases militares ni la presencia permanente de tropas, sí establece las condiciones para operaciones temporales y cooperación bilateral.
El gobierno del presidente Donald Trump ha indicado que este pacto fortalecerá la soberanía de ambos países y mejorará la estabilidad y prosperidad regional. La firma del acuerdo coincide con la presentación de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, publicada a principios de diciembre. Esta estrategia representa un reajuste en la política de defensa estadounidense, con un enfoque reforzado en América Latina, a la que considera una zona de interés estratégico, recuperando elementos históricos de la Doctrina Monroe.
Entre las medidas contempladas en la estrategia están la ampliación de la presencia de la Guardia Costera y la Marina en rutas marítimas clave, el combate al narcotráfico y la trata de personas, y la lucha contra la migración ilegal. También se prevé el uso de fuerza letal contra carteles cuando sea necesario y un mayor acceso a áreas estratégicas.
El documento justifica este cambio como una corrección de políticas anteriores que, según la administración Trump, sobrecargaron a Estados Unidos y permitieron que sus aliados evadieran responsabilidades en materia de defensa.
