
La policía acordona la zona del atentado en la playa de Bondi, Sídney, tras el trágico ataque del domingo por la noche. (Foto: Instagram)
Un trágico atentado sacudió la playa de Bondi, en Sídney (Australia), durante una celebración del festival judío de Hanukkah el domingo 14 de diciembre. El ataque, calificado como “terrorista” por las autoridades, dejó un saldo de 16 personas fallecidas y al menos 42 heridas, entre ellas dos agentes de policía. Las víctimas tenían edades comprendidas entre los 10 y los 87 años.
Los autores del ataque fueron identificados como padre e hijo. El padre, de 50 años, fue abatido por la policía, mientras que su hijo, de 24 años, fue detenido en estado crítico, aunque su estado de salud se ha estabilizado. Ninguno de los dos tenía antecedentes penales, aunque el padre poseía licencia para seis armas, algunas de las cuales fueron utilizadas en el ataque.
Entre las víctimas mortales se encuentra el rabino Eli Schlanger, de 41 años, nacido en Londres, así como un ciudadano israelí. Las autoridades aún no han confirmado oficialmente si el ataque tenía como objetivo específico a la comunidad judía, aunque líderes comunitarios han denunciado que se trataba de una tragedia “totalmente previsible”.
Durante el atentado, un civil logró desarmar a uno de los atacantes. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a un hombre con camiseta blanca que se abalanzó sobre el tirador, le arrebató el arma y la dejó apoyada contra un árbol, mientras otros transeúntes ayudaban a neutralizar la amenaza. El hombre que desarmó al atacante sufrió dos heridas de bala.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condenó el ataque y reiteró su compromiso de erradicar el odio, la violencia y el terrorismo en el país. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil informó que no hay brasileños entre las víctimas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no ha emitido una declaración oficial sobre el suceso.


