
China refuerza su presencia cultural en Brasil con el impulso del soft power audiovisual. (Foto: Instagram)
La misión espacial Shenzhou-13, llevada a cabo en 2021 por los astronautas chinos Zhai Zhigang, Wang Yaping y Ye Guangfu, no solo marcó hitos técnicos, como la primera caminata espacial realizada por una mujer china, sino que también sirvió como plataforma para una nueva estrategia de diplomacia cultural del gobierno de Xi Jinping. Durante los seis meses que permanecieron en la estación espacial Tiangong, los taikonautas grabaron su vida cotidiana con cámaras 8K, dando lugar al primer documental chino filmado íntegramente en el espacio: Shenzhou-13, dirigido por Zhu Yiran.
Este documental fue presentado en Brasil el pasado 9 de diciembre en un evento organizado por el China Media Group (CMG) en Río de Janeiro, como parte de un plan más amplio de expansión del soft power chino. La estrategia, impulsada por el propio Xi Jinping, busca fortalecer la influencia cultural del país a nivel global mediante la difusión de su cine, series, animaciones y documentales.
Durante el mismo evento, se anunciaron dos nuevas plataformas de streaming en Brasil: Hi+ China Channel y China Zone. Estas iniciativas, desarrolladas por el CMG en colaboración con empresas brasileñas, ofrecen contenido audiovisual chino doblado o subtitulado en portugués, facilitando su acceso al público local.
El impulso cultural forma parte del 15º Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social del Partido Comunista de China, en el cual Xi Jinping destacó la importancia de promover los valores socialistas y ampliar el alcance de la cultura china en la "nueva era". Según el documento oficial del partido, se pretende acelerar el desarrollo de las industrias culturales y aumentar el atractivo global de la civilización china.
La acogida del documental en Brasil, con una audiencia cautivada, indica que la estrategia está dando resultados. La presencia cultural de China en América Latina, especialmente en Brasil, se consolida como una herramienta clave de su política exterior, sin recurrir a la fuerza, sino a través de la atracción cultural.


