Renn y Durden son una pareja que ha optado por un modelo de matrimonio poco convencional: un matrimonio abierto. Su historia ha generado gran interés en las redes sociales, especialmente tras su participación en el programa “Love Don’t Judge”, donde revelaron que ambos son bisexuales. Esta característica compartida fue clave en la forma en que decidieron estructurar su relación.
Se conocieron a través de Tinder, sin grandes expectativas, pero con el tiempo desarrollaron una relación basada en la libertad, el diálogo y la transparencia. Aproximadamente un año y medio después de comenzar la relación, Durden asumió públicamente su bisexualidad, lo que dio lugar a conversaciones profundas sobre deseos, límites y acuerdos.
Fruto de estas conversaciones, decidieron experimentar con un matrimonio abierto. Ambos tienen la libertad de vivir experiencias con otras personas, independientemente de su género. Renn subraya que todo se hizo de forma gradual y con mucha comunicación, mientras que Durden reconoce que, aunque al principio establecieron reglas estrictas para evitar conflictos —como no usar apodos cariñosos ni besarse con terceros—, el proceso no estuvo exento de celos, especialmente por su parte. Renn, en cambio, afirma haber superado ese sentimiento.
A lo largo del tiempo, la pareja ha encontrado un equilibrio. Consideran que esta forma de relación les permite satisfacer deseos que no pueden cumplir dentro de la pareja, sin comprometer el vínculo emocional que los une. Para ellos, el modelo de no monogamia ética encaja perfectamente con sus personalidades y estilo de vida.
Durden se imagina manteniendo este tipo de relación hasta los 60 años, mientras que Renn bromea diciendo que quizás solo dejen de “compartirse” cuando lleguen a los 70. Ambos consideran que su elección ha fortalecido su matrimonio, haciéndolo más auténtico y ligero.


