Un hombre de 35 años, identificado como Tiron Alexander, fue condenado en Estados Unidos tras descubrirse que fingió ser comisario de a bordo durante seis años, logrando abordar más de 120 vuelos sin pagar. El fraude, que ha generado gran revuelo en redes sociales y medios internacionales, salió a la luz tras una investigación de la justicia estadounidense y de la agencia de seguridad de transportes (TSA), que reveló cómo Alexander logró burlar los sistemas internos de varias aerolíneas.
Entre 2018 y 2024, Alexander utilizó credenciales falsas para acceder a sistemas de reserva de billetes destinados exclusivamente a la tripulación. Alegaba trabajar para hasta siete compañías aéreas distintas, utilizando aproximadamente 30 identificaciones falsas con fechas de contratación inventadas. En al menos 34 ocasiones, embarcó como si fuera parte del personal de cabina, sin abonar absolutamente nada por los vuelos.
Las aerolíneas comenzaron a sospechar al detectar un patrón repetido de billetes gratuitos y, al cruzar datos de identificación, descubrieron la estafa. Las autoridades lo acusaron formalmente de fraude electrónico y de ingreso en zonas restringidas de aeropuertos bajo pretextos falsos.
El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad en los aeropuertos y las deficiencias en los sistemas de verificación de identidad del personal aéreo. También ha puesto en entredicho los privilegios exclusivos de los empleados de aerolíneas, que pueden ser explotados si no se controlan adecuadamente.
Tiron Alexander espera ahora la sentencia definitiva, prevista para el 25 de agosto de 2025, y podría enfrentarse a una larga condena en prisión federal. El caso ha sido calificado como “una historia digna de película”, pero también sirve de advertencia tanto para las aerolíneas como para los pasajeros: detrás de las “milas gratis” puede esconderse un grave delito.


