Trump reactiva la Doctrina Monroe y refuerza presencia en América Latina

La Casa Blanca ha publicado un nuevo documento estratégico que redefine las prioridades de seguridad nacional del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En él, se destaca un renovado interés por América Latina, región que Washington vuelve a considerar como parte de su "quintal estratégico". El informe marca un giro hacia una versión actualizada de la Doctrina Monroe, política exterior formulada en 1823 que advertía contra la intervención de potencias europeas en los asuntos del continente americano.

El texto señala que esta nueva orientación busca restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental y proteger tanto su territorio como el acceso a "geografías clave" en la región. La Casa Blanca afirma que negará a potencias extrarregionales la posibilidad de establecer fuerzas militares o controlar activos estratégicos en América Latina. Este enfoque ha sido bautizado como el “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe.

El documento también reconoce que algunas influencias extranjeras ya están arraigadas debido a alianzas políticas entre gobiernos latinoamericanos y actores externos. No obstante, subraya que muchos países de la región se acercan a estas potencias por razones económicas y regulatorias, más que por afinidades ideológicas.

Estados Unidos asegura haber logrado reducir la influencia externa al evidenciar los costos ocultos —como espionaje, ciberseguridad y trampas de deuda— que conllevan las aparentes ayudas de bajo coste ofrecidas por otras naciones. Esta estrategia se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Washington y los gobiernos de Venezuela y Colombia.

La nueva política exterior de Trump refuerza la idea de que América Latina debe mantenerse bajo la órbita de influencia estadounidense y no ser objeto de injerencias externas, reafirmando la visión histórica de Estados Unidos sobre la región como una extensión de su esfera de seguridad y control estratégico.